viernes, 1 de febrero de 2008

El arte de la improvisación

En una ocasión coincidieron en una fiesta privada Andrés Segovia, maestro de maestros de la guitarra clásica y Django Reinhardt. El primero quedó fascinado con la maestría de Django y le preguntó donde podía conseguir la partitura de aquella música.

Django se echó a reir y le explicó que solo había estado improvisando.

Django fue uno de esos personajes fascinantes que han pasado por la historia de la música. Perdió dos dedos de la mano izquierda y aún así desarrollo una técnica propia para tocar la guitarra. No sabía solfeo, y se rumoreaba que no sabía leer ni escribir.
Son muchos los que han dado forma a esa fascinación y la han convertido en homenaje. Me quedo con dos de ellas:

2 comentarios:

intoku dijo...

Curioso... yo asistí a una obra de teatro donde improvisaron toda la obra también.

Escribí sobre ello en el blog hace unas semanas.

Saludos!

Intoku

Alejandro dijo...

La improvisación bien utilizada es un arma bastante efectiva. Pero no conviene abusar de ella. Hay que tener un guión, e improvisar sobre ese guión. Improvisar a partir de la nada te llevará al mas absoluto de los fracasos.

Saludos.