martes, 29 de enero de 2008

La carrera del suero a Nome

Esta es una historia con aires épicos sobre la Alaska de principios del siglo XX. Encontré este fascinante relato cuando buscaba información acerca del mushing.
Para aquellos que no hayáis oido esta palabra anteriormente, el mushing es el termino 'tecnico' por el que se conoce a las carreras de perros de trineo.

En 1925 se evitó que se produjera una epidemia de difteria en el pueblo de Nome (norte de Alaska) gracias a las habilidades de un equipo formado por hombres y perros de trineo que consiguieron llevar a tiempo las antitoxinas necesarias para contener la posible epidemia.
La población Inuit (esquimales) no tenia defensas contra las enfermedades de los blancos, lo que hacía temer una epidemia a gran escala por toda la región.

Los hechos sucedieron del siguiente modo:

Antes del 22 de Enero:
Varios niños habían muerto a causa de la difteria. Las antitoxinas de difteria se habían agotado unos meses antes, y Curtis Welch, el único médico en Nome y los alrededores, veía que sería imposible detener una epidemia si no se actuaba con rapidez.

Ese mismo dia envió un telegrama a las principales ciudades del Estado de Alaska:
ES CASI INEVITABLE UNA EPIDEMIA DE DIFTERIA AQUI STOP
NECESITO UN MILLON DE UNIDADES DE ANTITOXINA DE DIFTERIA STOP
EL CORREO ES LA UNICA FORMA DE TRANSPORTE STOP


24 de Enero:
Se habian confirmado 20 casos más de difteria y se calculaba que unas 10000 personas estaban amenazadas por la posible epidemia en la región.

El puerto de Nome (situado 2º por debajo del circulo Polar Ártico) se quedaba aislado por el hielo de Noviembre a Julio. Las condiciones meteorológicas eran las peores en 10 años, alcanzando temperaturas de -50º C, a lo que se le sumaba las escasas horas de luz que proporcionaba el invierno del artico.
La unica via de comunicación que había era la Ruta Iditarod, que recorria 1,510 kilometros (938 millas) desde el puerto de Seward en el Sur hasta Nome. El correo de fuera de Alaska se transportaba por tren desde Seward hasta Nenana (676 km o 420 millas) y desde allí hasta Nome se utilizaban perros de trineo cubriendo una distancia de 1085 km (674 millas) y tardando unos 25 días.

En un primer momento se pensó en utilizar el avión como medio de transporte, pero los tres únicos aviones que había en Alaska (de la Primera Guerra Mundial) se habían desarmado durante el invierno.
Al final se optó por utilizar dos relevos de perros de trineo. Uno de los relevos partiría de Nenana y el otro de Nome, encontrandose en Nulato.

Una vez aprobado el relevo, se eligieron a los mejores equipos y se coordinó por teléfono y telegrama los puntos en los que debía hacerse el relevo. El trayecto más complicado del recorrido, el que iba de Nome a Nulato se le asignó al noruego Leonhard Seppala, por ser uno de los mushers más hábiles y experimentados.

El servicio de salud pública de los EEUU había localizado 1.100.000 unidades de suero de antitoxinas de difteria en la costa Oeste, las cuales se transportarían a Seattle y posteriormente a Alaska. Se calculaba que hasta el 31 de Enero, el Alabama, el barco que realizaría el transporte, no llegaría a Seattle. Y desde Seattle tardaría otros 6 o 7 días más en llegar al puerto de Seward.

26 de Enero:
Se descubrieron 300.000 unidades de antitoxina de difteria (suficientes para tratar a 30 personas) en el Hospital de Anchorage (Alaska). Al día siguiente, las vacunas estaban en Nenana preparadas para su transporte hasta Nome. Aunque no eran suficientes, podrían mantener el brote hasta que llegara el cargamento de Seattle.

El Relevo
La ruta que recorría el correo desde Nenana hasta Nome atravesaba la barrera Interior de Alaska, continuaba por el curso del rio Tanana hasta la confluencia con el rio Yukon en el pueblo de Tanana y seguía por el curso del rio Yukon hasta llegar a Kaltag. La ruta continuaba por la orilla sur de la peninsula de Seward, sin ninguna protección frente a vendavales y ventiscas e incluyendo un peligroso tramo que cruzaba las aguas heladas del Mar de Bering.



28 de Enero:
El primer musher en partir fue "Wild Bill" Shannon, que saldría de la estación de tren de Nenana a las 9:00 PM, llevando el paquete de 9kg que contenía las antitoxinas, con nueve perros inexpertos y una temperatura de -45º C. La temperatura comenzó a bajar, y por las malas condiciones en que se encontraba el camino se vieron forzados a seguir a través de las aguas heladas del rio Tanana.
Durante el trayecto, Shannon sufrió hipotermia, llegando a Minto a las 3:00 AM con congelaciones en su cara. Trás calentar el suero al fuego y descansar unas 4 horas, partió dejando a tres de sus perros en el camino. Los tres perros murieron poco después que Shannon regresara a buscarlos una vez que hubo realizado el relevo. Se cree que otro cuarto tampoco sobrevivió a la travesía.

Edgar Kallands, había llegado a Minto la noche anterior, pero fue enviado de vuelta a Tolonava, teniendo que viajar 113 km (70 millas) para recoger el testigo del relevo. El equipo de Shannon llegó en malas condiciones sobre las 11 AM. Kallands calentó el suero y comenzó su recorrido. Cuando llegó al refugio de Manley Hot Springs sobre las 4 PM, el dueño tuvo que echar agua caliente para despegar las manos de Kallands del trineo.
Dos conductores más, Dan Green y Johnny Folger, transportaron el suero desde Manley Hot Springs a Fish Lake y desde Fish Lake a Tanana respectivamente.

29 de Enero:
El suero pasó por la mano de 6 corredores: Sam Joseph, Titus Nikolai, Dave Corning, Harry Pitka, Bill McCarty y Edgar Nollner, cubriendo una distancia total de 273 km (170 millas) desde Tanana hasta Galena. Durante la noche Edgar pasó el relevo a su hermano George.

Se descubrieron dos nuevos casos que hicieron avivar la crisis, llegando a ocupar los titulares de los principales periódicos de San Francisco, Washintong D.C. o New York.

30 de Enero:
George Nollner continuó la ruta recorriendo 29 km (18 millas) hasta llegar a las 3 AM a Bishop Mountain y pasarle las vacunas a Charlie Evans. Charlie se adentró en un banco de niebla helada, producido cuando el agua del rio Koyukuk rompía contra la superficie del hielo. Olvidó cubrir las partes vulnerables de sus dos perros líderes (los perros no eran nórdicos puros sino mestizos) y vió como estos se desplomaban por los efectos de la congelación, teniendo el mismo que conducir el equipo hasta Nulato. Cuando llegó (sobre las 10 AM) ambos perros habían muerto.
Tommy Patsy salió media hora después de la llegada de Evans, recorrió 36 millas hasta Kaltag, y le pasó el paquete que contenía el suero a "Jackscrew", que tendría que atravesar con su equipo el pasaje de Kaltag.

El numero de casos en Nome llegó a 27. Y con las antitoxinas agotada, toda la esperanza residía en los perros y sus conductores. Nome se había convertido una ciudad desierta.
Se produjo la quinta muerte y la propuesta de enviar el resto del suero en avión volvió a tomar peso. El plan fue rechazado por pilotos experimentados, la Armada de los EEUU y el propio gobernador Bone.
Para acelerar el relevo, el Gobernador Bone decidió añadir más corredores en la mitad del relevo que iba de Nome hasta Nulato, incluyendo al joven noruego Gunnar Kaasen.

31 de enero:
Victor Anagick tomo el relevo a primera hora de la mañana, y trás recorrer 55 km (34 millas), llegó a la ciudad de Unalakleet, pasando el suero a Myles Gonangnan, que recorrió otros 64 km (40 millas) hasta llegar al refugio de Shaktoolik, con temperaturas de -57º C.

Seppala no estaba en el punto de relevo, aunque en su lugar estaba el musher Henry Ivanoff. Trás calentar el suero unos instantes, Ivanoff inició la marcha, metiendose de lleno en la tormenta e intentando encontrarse con Seppala por el camino, que había quedado practicamente invisible por las condiciones meteorológicas (-65º C).
Seppala había viajado con su equipo 274 km (170 millas) desde que salió de Nome el día 27 de Enero hasta el día 31. Cogieron el atajo que atravesaba Norton Sound y se encaminaron hacia Shaktoolik.
El equipo de Ivanoff chocó con un reno solitario, y la confusión de esos momentos le hizo perder la esperanza. Intentando mantener la calma, comenzó a desenredar a sus perros. Y de pronto, Seppala apareció frente a el.
El suero, el suero, lo tengo aquí!! - gritó Ivanoff.
Seppala creia que aún le quedaban más de 100 millas (160km), cuando Ivanoff se encontró de repente con el, gritandole que tenía el suero. Paró a su equipo en seco y cogió el paquete con el suero.
Tenía que dar media vuelta y encaminarse de nuevo hacia el peligroso hielo de Norton Sound.

El perro lider de Seppala, Togo, condujo al equipo en plena oscuridad a través del hielo de Norton Sound hasta llegar al refugio de Isaac's Point a las 8 PM. En un día, el equipo de Seppala recorrió 135 km (84 millas), a una media de 13 km por hora (8 millas por hora).


1 de Febrero:
Descansaron y el equipo se puso en marcha sobre las 2 AM. A lo largo de la noche, el viento llego alcanzar velocidades de hasta 105 km/h. El hielo que estaban atravesando comenzaba a romperse, por lo que Seppala decidió regresar para bordear ese tramo. Para ello, tuvieron que subir los 1500 metros de la montaña Little MacKinley. El descenso les llevaba hasta el siguiente refugio en Golovin, donde Seppala entregó el suero a Charlie Olson (3 AM).
Olson sufrió congelación (la temperatura era de -57º C) cuando protegía con mantas a sus perros. Llegó a Bluff sobre las 7PM en mal estado.


Los casos de difteria en Nome habían llegado a 28, y las antitoxinas que transportaban solamente podían tratar a 30 personas. Los vientos alcanzaban velocidades de hasta 129 km por hora, por lo que se ordenó relentizar el relevo para asegurar la entrega de la carga.

Kaasen tomó el relevo, guiado por su perro lider Togo y asumiendo el peligro que tenía iniciar la marcha con el temporal. El trayecto era complicado, con un fuerte viento en contra y con una visibilidad tan escasa, que Kaasen apenas veía a los perros mas cercanos al trineo.
Cuando se quiso dar cuenta, se había pasaso dos millas de Salomón, el punto donde debía realizar el relevo. Decidió continuar y los fuertes vientos provocaron que su trineo volcara.
El cilindro que contenía el suero había caido sobre la nieve y la oscuridad de la noche le impedía saber el punto exacto donde había caido. Desesperado al no encontrarlo, se quitó los guantes para tener mas sensibilidad en las manos e ir buscando a ciegas el paquete que contenía las antitoxinas. Al final lo encontró, pero pagó el alto precio de sufrir congelación en sus manos.

2 de Febrero:
Kaasen, Tras reanudar la marcha, llegó a Point Safely sobre las 3 AM. El siguiente musher, Ed Rhon, se había quedado dormido creyendo que Kaasen y el relevo se habrián detenido en Salomon. Volvió a dedidir por si mismo, elección que lamentaría años después: no despertar a Rhon. La razón fue porque este último tardaría un rato en poner el arnés a los perros e iniciar la marcha, y sus perros se encontraban en buena forma.

Asi que trás descansar brevemente y calentar el suero, se dispuso a recorrer los últimos 40 kilometros (25 millas) hasta Nome, llegando a la ciudad a las 5:30 AM.
Se desplomó ante los pocos testigos que se arremolinaron a su llegada, y según estos, sus únicas palabras fueron "Joder con el perro".

Las antoxinas llegaron sanas y salvas, y una vez derretidas, se pudieron emplear a partir de ese mediodia.
Esta hazaña se consiguió gracias al esfuerzo y sacrificio de los mushers y los perros (por desgracia algunos de ellos no sobrevivieron al relevo), que recorrieron un total de 627 millas en 127 horas y media en unas condiciones meteorológicas extremas, considerandose un record mundial. La historia ha quedado reflejada en el libro de Gay y Laney Salisbury "The Cruelest Miles: The Heroic Story of Dogs and Men in a Race Against an Epidemic".

jueves, 24 de enero de 2008

On the Road Again

Tal y como pregonaban los míticos Canned Heat a finales de los sesenta en uno de sus grandes clásicos, aquí estamos otra vez ... "de nuevo en la carretera".

Han pasado ya unos cuantos años desde que tres maniacos depresivos ( a modo de tributo póstumo a Jimi Hendrix ) le dabamos un buen revolcón al panorama musical mas selecto, en formato de página web. Eran los años oscuros de internet, donde la red de redes era una gran desconocida, las webs eran horrendas por definición y los considerados internautas eramos cuatro gatos.

El universo blog o fenómeno blog se expande por todos los ámbitos de la sociedad.
Artistas, políticos, periodistas independientes, amas de casa, jubilados, estudiantes, trabajadores ociosos. Todos utilizan la potencia de esta herramienta mediática. El crecimiento exponencial de la blogosfera ha provocado un aluvión de contenidos donde no todos cumplen un mínimo de calidad, ya sea por la subjetividad de los autores, por la ausencia de temas interesantes, o por haberse convertido en un espacio de discusión en lugar de una tertulia.
El reto de Banjul Station es poder pertenecer a esa élite de blogs que crea contenidos interesantes y de calidad.

Los tiempos han cambiado desde aquellos años sombríos de la internet, y con ellos, los formatos y los intereses de los lectores. Aquellos que se adapten a esta realidad en continuo movimiento serán los que sobrevivan.